lunes, 1 de agosto de 2016

Siento de verdad una tristeza tan profunda. Yo sigo atado a la esperanza, pero la razón me dice que no debo, que finalmente eso que sueño no se hará realidad, que al final de todo, lo nuestro, tu y yo, no será el camino que elijas seguir. Siempre me cuestioné y te cuestioné por qué si decías que yo soy lo más lindo que le ha pasado a tu vida,  la decisión fue no seguir caminando, y en el fondo, la respuesta siempre la tuve: porque existen cosas del corazón que la razón no entiende. Y aún así, sabiendo eso, siempre creí que podríamos esforzarnos, que podríamos cambiar, que podríamos transformar todo en nuestras vidas para dejar que esto que ha sido tan importante para los dos siguiera floreciendo. Tristemente no fue así, tristemente no logramos salvar la enorme magia que nacía cada vez que nos mirábamos, que hablábamos, que nos besábamos, o hacíamos el amor. Tristemente las circunstancias fueron más fuertes, o tal vez, simplemente nunca tomamos la decisión real de enfrentarlas sin importar el riesgo, las grandes cosas de la vida requieren del mayor esfuerzo y sacrificio, y aunque lo hubo, no fue suficiente, y ahora este lindo barco en el que pretendimos navegar el inmenso mar de la vida, se ve reducido por las grandes olas de esta tormenta.

En las noches que paso en vela, mientras cierro los ojos, pido siempre despertarme, siempre guardo la ilusión de darme cuenta que estuve dormido y que todo fue sólo un mal sueño, pero los golpes que me doy contra la pared, el correr de los minutos en mi reloj, la primera luz que se asoma por mi ventana siempre después de las 5:15 parecen tan reales. Me doy la vuelta, miro tu frase escrita a mi lado, miro tus fotos, leo tu carta, abrazo nuestra cobija, el helicóptero, el carro, nuestros libros; leo las primeras páginas e imagino tu voz diciendo--¿te gustó?—tu pelo, tu risa, tu cuerpo, imagino que te hago el amor, que te muerdo, te masturbo, te penetro, te acaricio, te huelo, te siento junto a mí,  nos venimos y gritamos, imagino el éxtasis del roce de tu piel y la mía, y vuelvo a perderme en la idea de que estoy soñando, de que toda esa tristeza es mentira, de que pronto despertaré; pero no, la realidad es tan certera que me cachetea, me tira al piso, me patea, me golpea y me siento tan indefenso. Trato de pararme y antes de apoyar el primer pie me encuentro de nuevo en el suelo.

Siempre admiraré quien eres, con tus aciertos y errores, defectos y virtudes. Siempre he pensado que mi amor se hizo tan grande por el amor a tus virtudes, pero sobre todo, porque me enamore de tus defectos, amar las cosas buenas de las personas es fácil, cualquiera puede hacerlo, amar sus defectos, es un acto profundamente esencial, y yo lo hice, me enamoré de ellos, y al mismo tiempo, siempre pretendí mostrártelos, para que siguieras creciendo como ser humano y formando ese hermoso ser que eres.

Ahora, solo basta decir adiós, con lágrimas en los ojos, el corazón arrugado y un nudo tan absurdo en la garganta que hasta el aire encuentra dificultad para pasar. Tal vez jamás logre entender todas las razones que te llevaron a esto, que nos llevaron a esto, pero si son por tu bien, si crees encontrar en ellas la felicidad, lo único que puedo decir es que no existe proyecto más lógico y seguro, mi felicidad la até a ti hace mucho, y con certeza hoy sé, que si tu eres feliz, yo lo seré.

Quisiera tanto que caminaras a mi lado, quisiera tanto que vinieras a mí y me dijeras, no nos dejemos, no te vayas, no me voy, amémonos, sé muy bien que mi felicidad está junto a ti ahora, en mi nueva vida, en mis nuevos círculos, sé muy bien que eres mi presente y futuro, y no quiero recordarte como mi pasado, quisiera tanto eso, tanto. Pero de nuevo la razón me dice que así no será.


Ojalá  algún día vuelvas y me lleves a volar de nuevo, ojalá algún día me demuestres que la palabra adiós que puse arriba, fue estúpida, porque estos caminos jamás se separarán. Te mando, ganas, amor, sabiduría, luz, paz, risas, tranquilidad, paciencia,  constancia, disciplina, salud, te mando todo lo bueno que pueda existir en este mundo. 

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